sábado, 15 de octubre de 2016

TEMA 1. PENSAR LA EDUCACIÓN PARA UNA NUEVA SOCIEDAD


1.1 PEDAGOGÍA Y POSTMODERNIDAD 


Antes de seguir descubriendo este blog, es importante que visualices el siguiente vídeo, para que reflexiones el porque de este proyecto, el cambio ante la educación del siglo XXI, conocido como el siglo de Oro.  Esperamos que sea de tu agrado querido usuario. 



Es de suma importancia señalar que la reflexión que se está llevando a cabo en la educación está exigiendo un cambio radical con respecto a muchas prácticas que se siguen desarrollando a pesar de que cada vez se evidencia su inoperancia u obsolescencia, en base a ello, el profesor no puede seguir actuando como el centro único del proceso pedagógico, como la única fuente del saber y del conocimiento.

A su vez, estamos abriéndonos o despertando a una nueva cultura más abierta y participativa (pluralista e interdisciplinaria) en el campo de la educación y en la pedagogía. Si bien, esto no se da de manera superficial, sino como una mera construcción, hay que propiciarla, estimularla, hay que construirla.

Te invitamos a que visualices el siguiente vídeo para reformular tus conocimientos, posteriormente déjanos tu comentario. 
TU OPINIÓN ES IMPORTANTE. 




Asimismo, debemos saber oír y escuchar a nuestro interlocutor, a nuestros alumnos que ahora son considerados como iguales, con las mismas posibilidades que antes teníamos exclusivamente como profesores, ésta es la cultura de la participación pedagógica y académica que actualmente se está dando o exigiendo a la Universidad. La educación debe ser de manera horizontal, entre profesor-alumno, y a la inversa. 

Querido usuario: Es importante que visualices los siguientes vídeos para tener mayores conocimientos en cuanto a la educación del futuro. 




En base al anterior vídeo, ¿cuales serias tus expectativas para la educación del futuro? 

El siguiente vídeo, nos da un panorama acerca del Pensamiento Critico, es conveniente señalar que el Pensamiento Critico es uno de los temas que deben estar en el nuevo plan de estudios, así como la resolución de problemas, estas dos como competencias para la vida. Desde mi punto de vista, si queremos lograr alumnos autónomos, el pensamiento critico debería ser el primero que desarrollaremos en nuestros alumnos. La educación del futuro debe forjar estudiantes críticos, analíticos y reflexivos.  


Si bien, te dejamos este siguiente vídeo con la condición de que nos proporciones tus dudas acerca de este tema, y por su parte, es necesario que nos de tu opinión con respecto a la información del vídeo:
¿Cual es el fin de la educación?
¿Desde tu punto de vista, cual es el ideal pedagógico?
¿Consideras que son importantes las prioridades de la educación?
¿Cual seria el papel del Docente? 
¿Como comprendes la labor del Docente?
¿Crees que son importantes las competencias para la vida?



SI FUERAS DOCENTE O SI DESARROLLAS LA LABOR DE DOCENTE, CUAL ES LA UTOPÍA DE LA EDUCACIÓN Y COMO DEBERÍA FORMARSE EL PROFESOR EN LA ÉPOCA ACTUAL.  

1 comentario:

  1. La educación debe tener como propósito desarrollar las potencialidades del individuo tanto afectivas, psicomotoras y cognoscitivas, de tal manera que puede en un futuro desarrollarse en la sociedad satisfactoriamente.
    Durkheim señala que: “en cada uno de nosotros existen dos seres que, aun cuando inseparables a no ser por abstracción, no dejan de ser distintos. El uno, está constituido por todos los estados mentales que se refieren a nosotros mismos y a los acontecimientos de nuestra vida privada denominado como el ser individual. Y el otro es un sistema de ideas, de sentimientos y de costumbres que expresan en nosotros, el grupo o los grupos diferentes en los que estamos integrados, tales son las creencias religiosas, las opiniones y las practicas morales, las tradiciones nacionales o profesionales, las opiniones colectivas de todo tipo, es decir, el ser social. El formar ese ser en cada uno de nosotros, es el fin de la educación” ( Durkeim, 1990).
    De igual manera el ideal pedagógico que se necesita actualmente es aquel que no esté basado en el modelo educativo tradicional, pero que no lo rechace, ni que acepte todo lo del nuevo modelo, sino que, más bien, sea lo suficiente amplio o abierto como para no rechazar todo lo viejo ni aceptar todo lo nuevo, o viceversa.
    Por otro lado, se consideran importantes las cuatro prioridades de la educación las cuales son: garantizar la normalidad mínima de operación escolar; mejorar los aprendizajes de los estudiantes; abatir el rezago y el abandono escolar, promover una convivencia escolar sana, pacífica y formativa. Ya que solo a través de estas se puede contar con una escuela que brinde un servicio educativo de calidad, debido a que obliga a todo el sistema educativo a establecer condiciones para que todos los alumnos logren aprendizajes que les permitan aprender a aprender y aprender a convivir.
    En donde el papel del docente consiste en ser facilitador o guía en el aprendizaje del alumno, ya que actualmente el alumno es quien va construyendo su propio conocimiento. Así como también deberá estar actualizado en relación a las nuevas tecnologías, contextualizar la información dependiendo de donde se encuentre y aprender a depurar la información valiosa de la que no lo es. Su labor implicara estar en un diálogo multidireccional con sus alumnos.
    A su vez es de suma importancia considerar las competencias para la vida dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje del alumno, debido a que a través de ellas el individuo, de acuerdo al Plan de Estudios 2011, tendrá la capacidad de responder a diferentes situaciones, lo que implica un saber hacer (habilidades) con saber (conocimientos), así como la valoración de las consecuencias de ese hacer (valores y actitudes).
    Por otro lado, el “docente deseado” o el “docente eficaz” debe ser caracterizado como un sujeto polivalente, profesional competente, agente de cambio, practicante reflexivo, profesor investigador, intelectual crítico e intelectual transformador (Barth, 1990; Delors y otros, 1996; Hargreaves, 1994; Gimeno, 1992; Jung, 1994; OCDE, 1991; Schon, 1992; UNESCO, 1990, 1998).

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